viernes, 2 de septiembre de 2022

Mi Musar - Resumen Parashá Shofetim 30 Elul 5782 - (02/09/22)

https://mimusar.blogspot.com/2022/09/mi-musar-resumen-parasha-shofetim-30.html 

 שׁוֹפְטִים  פָּרָשַׁת 

Resumen de la Parashá 

30 de אֱלוּל  (03 de septiembre 2022)

Moshé procedió a repasar las normas necesarias para asegurar las condiciones de una sociedad civilizada. En cada ciudad debían nombrarse jueces y funcionarios locales y la justicia debía ser administrada correcta e imparcialmente.

 En consecuencia, un juez tenía prohibido mostrar preferencia o aceptar sobornos. Si un juez local encontraba un caso muy difícil de resolver debía derivarlo a una autoridad superior, es decir a los Cohaním y la Corte Suprema, con asiento en el Santuario. Su era definitiva y la negativa a acatarla podría ser castigada con la muerte.

 El pecado de idolatría, determinado luego de una amplia investigación, era castigado con la muerte por apedreamiento. El acusado no podía ser condenado por el testimonio de un solo testigo. Se requerían por lo menos dos, los cuales eran los testimonios en llevar a cabo la ejecución.

 Moshé predijo que llegaría el tiempo en que los judíos desearían que los gobernara un rey, como ocurría con otras decisiones. Cuando esto sucediera, el rey debía ser un israelita nativo elegido por D-s. No debía abusar de su poder para acumular caballos, acumular muchas riquezas y tenía que escribir una copia de la Toráh de modo que fuera temeroso de Hashem Bendito y observante de la Ley.

 La Toráh prohíbe todas las formas de superstición y magia practicadas por un adivino. Israel no tenía necesidad de recurrir a tales trucos pues D-s los proveerá de inspiración profetas surgidos de entre los propios israelitas. Ellos debían comunicarles la voluntad a D-s Bendito. Los falsos profetas que hablaran en nombre de ídolos debían ser castigados con la muerte. El falso vidente podia ser descuidado al no cumplirse sus predicciones.

 Antes de que alguien pudiera ser condenado de un crimen, su acto criminal debía ser confirmado, por lo menos por dos testigos. Si se descubriera que un testigo había elevado un falso testimonio, debía recibir el castigo destinado a la víctima  inocente.

 Los israelitas no debían atemorizarse antes de entrar en batalla contra un enemigo poderoso, pues D-s Bendito los protegería. Tres categorías de hombres estaban exentos del servicio militar:

El que recién había construido una casa y aún no la había inaugurado.

El que había plantado un viñedo pero no había alcanzado a disfrutar de su producción.

Y el recién casado (por el periodo de un año)

 Antes de atacar una ciudad enemiga, Israel debía tratar de negociar una entrada pacífica. Sólo si este intento fracasaba podían emprenderse la guerra. Si Israel vencía, todos los hombres del ejército enemigo debían ser ejecutados, pero sus mujeres e hijos debían ser dejados con vida. No debían destruirse los árboles frutales durante un ataque si había otros árboles disponibles, a fin de que continuaran beneficiando a los nuevos habitantes de la cuidad conquistada.                                                                                                                                                                                                                                                              (Extraido del libro - וְדִבַּרְתָּ בָּם)                                                                                                                                                                                                                                                                              

 הַפְטָרַת 

Esta Haftará, constituye, quizás, una de las más preciosas y brillantes profecías de consuelo emitidas por Yeshayá. En ella D-s afirma que únicamente Él traerá el completo y definitivo consuelo apara el Pueblo de Israel y ningún poder humano podrá evitar este final feliz. Con ello D-s Bendito aleja el temor absurdo que acosa y atormenta al hombre por las amenazas del  hombre. Es en este punto donde radica la auténtica fe que debe anidar en el corazón de todo yehudí.

 Las inspiradas palabras del profeta confrontan los horrendos acontecimientos sufridos en el pasado con las esplendorosas promesas de felicidad que brindará el futuro.

 ‘’Múltiples desgracias te han golpeado, ¿Quién puede reconfortarte?’’ recuerda Yeshayá al pueblo, pero les anima y les suplica: ‘’!Despierta --, despierta ! Resurge óh Yerushaláim! Reviste de fuerza Tzión, ponte ropas de gala, óh Ciudad Santa!’’

Y concluye anunciando las suplicas maravillosas que conllevará la esperada y gloriosa גְּאֻלָה שְׁלֵמָה – Gueulá Shelemá – La Redención Definitiva, pronto en nuestros días, Amén.                                                                                                                                    (Extraído del Jumash - חוּמַּשׁ מוֹר-דְּרוֹר)


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