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( Conclusión )
Pero volvamos a Rabi Shabtai y su gente.
Tanto Rabi Menajem como Esther pusieron todo su empeño en tratar de convencer
al padre que permaneciera en Vilna para siempre. Rabi Menajem quiso viajar él
mismo a Moravia para acompañar a la Rebetzn, la esposa de Rabi Shabtai y a su
hijo a Vilna. Rabi Shabtai no aceptó tal cosa, pues no quería, en sus días
felices, abandonar a la comunidad que lo recibió en los días de desdicha.
Es interesante conocer las circunstancias en las
cuales el Shaj fue recibido como rabino en Moravia. Fue durante las terribles persecuciones
del año 5005 en que Rabi Shabtai debió huir de su suelo natal, Lituania, a
Alemania. En ese entonces quedó vacante el cargo de rabino en una de las principales
ciudades de Moravia. Los dirigentes de la comunidad quisieron invitar a Rabi
Shabtai, cuyo nombre ya era famoso, a que ocupara ese cargo. Se dirigieron al
Rab Hakolel de la zona, el Niklsburger Rab y le consultaron sobre la
conveniencia de tomar al joven gaón como rabino de su ciudad.
Quiso
la coincidencia que el famoso Gaón Rabi Heshl, maestro de Rabi Shabtai, parase
justamente en lo del Niklsburger Rab, el cual le preguntó su opinión sobre Rabi
Shabtai de Vilna, si estaba capacitado para ocupar el distinguido cargo de
Rabino de esa ciudad.
-Shabtai, mi alumno - exclamó Rabi Heshl -
está capacitado para ser Rab Hakolel en lugar vuestro y usted puede irse a esa
ciudad. Con su modestia característica el Niklsburger Rab trasmitió esas
palabras a los dirigentes comunitarios y éstos, temiendo que otros se
adelantaran apresurárnosle a contratar a Rabi Shabtai como rabino recibiéndolo
con todos los honores.
¡
Ah !... ¡ pero él sentía que sus días estaban contados ! Las difíciles y
terribles experiencias sufridas fueron minando sus fuerzas para vivir. Rabi
Shabtai debió abandonar joven este mundo, a la edad de 42 años. Pero en su
breve vida hizo mucho más que millones de seres que viven dos veces tanto. Él se
convirtió en Rabán de los judíos en el destierro y su nombre jamás será
olvidado por éstos.
No
le estaba destinado vivir lo suficiente como para ver impresos sus comentarios
respecto al " Joshen Hamishpat". Este gran trabajo salió a la luz recién
después de su desaparición y despertó el asombro de todos los que lo estudiaron.
La viuda del gran gaón y su hijo se trasladaron a Vilna donde fueron recibidos
con gran cariño por Rabi Menajem y su esposa. Rabi Menajem se ocupó de la
educación de su cuñado, Meir, como de un hijo propio. También Rabi Meir fue un
gran erudito en su generación y escribió un comentario a una obra de su padre
"Nekudot Hakesef”
Rabi
Menajem y Esther tuvieron una vida feliz alcanzando una profunda vejez y
tuvieron la dicha de ver y sentir satisfacciones en sus hijos, nietos y
bisnietos.
FIN
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