סֵפֶר וַיִּקְרָא – פָּרָשַׁת תַּזְרִיעַ- 5782
Después de lo acontecido y de la
gran pérdida que hemos sufrido, quiero dedicar estas palabras de Toráh desde lo
más profundo de mi corazón para Leilui Nishmat Gadol Hador Maran Rab Jaim
Kanievsky ZTz’’L y de mi querido padre Mesod Amselem ZTz’’L Bar Yaacot y
mi queridos tíos Ribi Shemuel Bittan ZTz’’L Ben Ribi Moshe Z’’L e Itzjak Mojluf
Serfaty Z’’L Bar Perla y para la elevación de todos los Niftarim de Am
Israel.
BsH que estas palabras de Toráh también sean un aporte para la paz, el
bienestar y la luz de todo Am Israel, el Pueblo Sagrado del Creador quien
sostiene este mundo.
Hashem Bendito escuche nuestras Tefilot desde los cuatro confines del mundo para
librarnos de todo mal.
BsH que el Santo Nombre del Eterno sea Santificado Eternamente.
Resumen de la Parashá
01 de נִיסָן – ( 02 de abril 2022)
פָּרָשַׁת
Hashem Bendito ordenó: ‘’El niño varón judío debe tener el
Berit Milá (circuncisión) a los ocho días de su nacimiento. Aunque el octavo
día sea Shabat o Yóm Tob, la Milá no se posterga para otro día.’’ Esto
demuestra la importancia de la Mitzvá del berit Milá.
Después de dar a luz, toda madre tenía
prohibido entrar en el Santuario durante 40 días, si había tenido una hija, el
período era de 80 días. A la terminación de este plazo, la madre llevaba
ofrendas quemadas y de pecado al Santuario, y era considerada ritualmente pura.
La persona que contraía la enfermedad de
tzaráat (similar a la lepra) tenía prohibido entra en el Santuario. Por
consiguiente, cuando el color de la piel indicaba que podía estar aquejada de
la enfermedad, era examinada por el Cohén. Si éste, después de revisar las
manchas o costras de la piel no podía dar un veredicto definitivo referente al
tzaráat, la persona era aislada durante siete días y luego reexaminada. Si la
apariencia de la piel permanecía igual, el enfermo era confiando por otros
siete días. Luego se realizaba un examen final. Si la marca no se había
extendido, la persona era declarada ritualmente metzorá, enferma de tzaráat.
Era enviada entonces a vivir fuera del campamento de la congregación, con las
ropas rasgadas y el cabello desgreñado. Se le indicaba que gritara ‘’impuro,
impuro’’, como advertencia para que los demás no lo tocaran.
Cuando la enfermedad disminuía, la persona era
examinada nuevamente por el Cohén, fuera del campamento para asegurarse de que
la recuperación era completa. Las elaboradas ceremonias de purificación que
seguían se extendían por ocho días, y se observaban ritos especiales durante el
primero y el último. El sacerdote ofrecía sacrificios y en el proceso de
purificación se usaba madera de cedro e hisopo. El exmetzorá era entonces
declarado miembro pleno de la comunidad.
(Extraído del libro Hablarás de Toráh - וְדִבַּרְתָּ בָּם)
הַפְטָרַת
Esta
curiosa historia, de una de la muchas y prodigiosas que protagonizó el Profeta
Elishá, quien fue primero el dilecto discípulo de Eliahu Hannabí y luego su
sucesor, se relaciona con nuestra Parashá por el hecho de tratar el tema de la
afección de tzaráat, que en el caso de este general arameo, era un padecimiento
similar al que se menciona en la Parashá. Además del denso contexto espiritual
que rodea este episodio, se descubre, al inicio de la lectura la mezquina
avaricia y el osado desatino del asistente del Profeta, de nombre Guejhazí,
quien luego, en el capítulo siguiente, frustra el admirable gesto del Profeta
ante el generoso ofrecimiento del emocionado general, al perseguirlo y pedirle
los regalos que Elishá no había querido aceptar, decepcionándolo así por
completo. A causa de esta miserable actitud, Guejhazí contrae la lepra que se
le había curado al general. Es interesante consignar este último e increíble
detalle, sucedido en este trance…
Cuando por fin
aceptó el general Na-amán hacer lo que había dicho el Profeta Elishá, de
sumergirse en las aguas de Río Jordán por siete veces. Ocurrió que se metió al
agua, una, dos, tres, veces y así hasta la sexta vez, y no se produjo ningún
cambio ni se apreciaba mejoría alguna en su piel. ¡La situación se tornó
entonces muy tensa, hasta que al sumergirse la séptima vez, ocurrió el
milagro!.
Esto enseña cuánta perseverancia se requiere para merecer recibir la ayuda Divina y que la fe en Hakadosh Baruj Hú se demuestra en la insistencia, y la consistencia del fiel creyente.
(Extraído del Jumash Mor-Deror - חוּמַּשׁ מוֹר-דְּרוֹר)
Mi reflexión y aprendizaje.
Está escrito en la Parashá de esta
semana en el Perek 12-יב
Pasuk 2-ב:
דַּבֵּר אֶל-בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לֵאמֹר אִשָּׁה כִּי תַזְרִיעַ
וְיָלְדָה זָכָר וְטָמְאָה שִׁבְעַת יָמִים כִּימֵי נִדַּת דְּוֹתָהּ תִּטְמָא:
Daber El-Bene Israel Lemor Ishá Kí Tazría Veyaledá Zajar
Vetameá Shib/at Yamim Kimé Nidat Deotah Titmá.
Habla a los hijos de
Israel, para decir: Cuando una mujer conciba y dé a luz a un varón, será impura
durante un período de siete días, como durante los siete días de su flujo
menstrual será impura. Y en el octavo día será circuncidada la carne de su
prepucio.
Comenta Rab Shemuel Chocrón que en el capítulo
anterior fue mencionada la prohibición de comer las distintas especies que son
mencionadas en nuestra Sagrada Toráh.
En nuestra Sagrada Toráh figuran distintos
tipos de impureza relacionados con la persona. Sin embargo, el que tiene mayor
riesgo en nuestros días, es la de la mujer cuando se encuentra en estado de
‘’Nidá’’. Este es uno de los preceptos que nuestros Jajamim consideran de los
más importantes, por la gravedad del castigo que la Toráh apuntó a los que
incumplen con sus leyes.
El Zohar Hakadosh dice que tres tipos de
personas apartan el Resplandor Divino del mundo, causando que sus ‘’Tefilot’’
no tenga la fuerza suficiente para ser recibidas. Una de estas personas es
aquel hombre que mantiene relaciones con una mujer que se purificó después de
su período menstrual ‘’Nidá’’.
Cada uno de nosotros debemos recibir los preceptos de nuestra Sagrada
Toráh, aunque no entendamos o no conozcamos el porqué. Cuando vamos al médico y
nos receta un tratamiento, a pesar de no comprender cómo funcionan los medicamentos,
seguimos al pie de la letra las indicaciones del doctor para lograr ver los
resultados. Con más razón debemos tener plena fe que los decretos que El Eterno
ordenó en nuestra Sagrada Toráh, son para nuestro bien y para perfeccionarnos,
por lo tanto, debemos tratar de ser muy estrictos con todos los detalles a la
hora de cumplir Su Voluntad.
La Toráh no exige que nos aislemos totalmente
de nuestras inclinaciones. A diferencia de otras religiones que consideran, que
para elevarse espiritualmente, la persona debe apartarse por completo de los
placeres que existen en el mundo, por ello muchos no se casan. Sin embargo, a
nosotros no se nos pide eliminar este instinto, sino canalizarlos al servicio
Divino y cumplir con la Voluntad de Hashem Bendito. De esta forma, conseguimos
que un acto mundano se convierta en un acto espiritual lleno de santidad. Este
poder que tenemos en nuestras manos de santificar el mundo terrenal, se renueva
todos los meses, a través del cuidado de las leyes de pureza familiar.
El Baal Haturim, explica sobre este pasuk que
los siete días de la mujer ‘’Nidá’’ recuerdan los siete día de ‘’abelut’’,
queriendo decir, que de la misma manera cómo llegamos al mundo, nos
despediremos después de ciento veinte años. Si estudiamos este comentario,
veremos que esta explicación es más profunda de lo que parece. Adam y Javá, al
comer del fruto del árbol del conocimiento, transgredieron la única prodición
que Hashem Bendito les había ordenado, causando un daño incalculable al mundo
entero, que todos, por ser sus descendientes, debemos pagar. Específicamente,
sobre las mujeres se decretó, además de no poder vivir eternamente, el
sufrimiento al momento de dar a luz.
El Kelí Yakar, cita en su explicación sobre
este mismo pasuk, al Talmud Yerushalmi en Shabat 2-6, en el que está escrito
que el pecado de Javá, trajo como consecuencia la sangre de la mujer impura. Es
por esto, que en nuestra Parashá, en el Perek 12 pasuk 7 dice:
וְהִקְרִיבוֹ לִפְנֵי ה' וְכִפֶּר עָלֶיהָ וְטָהֲרָה מִמְּקֹר
דָּמֶיהָ זֹאת תּוֹרַת הַיֹּלֶדֶת לַזָּכָר אוֹ לַנְּקֵבָה:
Vehikribó Lifné Hashem Aleha Vetahará Mimekor Dameha Zot
Torát Hayoledet Lazahár O Lanekebá.
Él lo ofrecerá delante del Eterno y hará
expiación por ella, ‘’y ella se volverá pura de la fuente de su sangre’’. Esta
es la ley de la que dé a luz un varón o una niña.
‘’Y se volverá pura de la fuente de su sangre’’. Su purificación simple es que se purifique de la sangre que proviene de su útero, lugar donde se origina, pero según la idea que estamos desarrollando, la palabra ‘’fuente – origen’’ hace referencia a la causa de esta impureza, por el pecado de Javá. Una mujer, al sumergirse en el ‘’Mikve’’, no sólo se vuelve permitida para su marido, sino que contrarresta parte de la impureza que bajó al mundo después del primer pecado. Explica el Kelí Yakar que por esta razón, la Mitzvá de la Tevilá (baño ritual) se hace después de haber pasado siete días, dado que el número siete indica naturales (materialismo) y si no hubiese pecado, estaríamos por encima de ella, igualándonos a los ángeles que viven únicamente en un mundo espiritual, existiendo eternamente. Este concepto se relaciona con lo que dijo el Baal Haturim, sobre los días de luto. La muerte vino al mundo por causa del mismo pecado, sirviendo también de reparación.
Antes de mantener relaciones íntimas, la mujer
que se sumerge en las aguas rituales (Mikve), es considerada como si se
sumergiera en una parte del cielo. Esta influencia que ella recibe le será
transmitida a su hijo/a, convirtiendo este acto en uno de los más sagrados que
podamos realizar en nuestras vidas. Hasta tal punto, que nuestros Jajamim en el
Zohar, compararon el momento que un hombre mantiene relaciones maritales con su
mujer, con la misión del Cohén Gadol en el día de Yom Kipur, cuya intención era
acercarse al Creador.
El Jafetz Jaím, uno de los grandes rabinos de
la generación pasada, escribió en una de sus cartas, que si una persona logra
convencer a una mujer que cumpla las leyes de pureza familiar, él mismo, el
Jafetz Jaím, sentiría envidia de la porción en el mundo venidero que esta
persona merecerá.
Que Hashem Bendito nos ayude a cumplir las
leyes de pureza familiar con todos sus detalles, para que llenemos el mundo
espiritual, trayendo así, la pronta Redención del pueblo de Israel. AMÉN.
Agradezco a Boré Holám por poner estas palabras de
Toráh en mis manos y en mi boca para poder compartirlas con todos vosotros.
Agradeceros a todos por leer estas palabras de Toráh y
por ayudarme a crecer y mejorar cada día más.
Que Hashem Bendito, en su Inmensa Misericordia nos
libre para siempre de todos nuestros enemigos y nos redima muy pronto de esté
exilio de la misma forma que fuimos redimidos de Egipto, con mano fuerte y con
brazo extendido, con grandes señales para que el mundo entienda que Hashem
Bendito es Uno y Único, Creador de todo lo que existe.
BsH que cada una de estas palabras sea leída y
difundida en mérito de todos los enfermos de Am Israel.
Ruego con todo mi corazón que Hashem Bendito les dé
pronta Refua Shelema y los haga volver a casa sanos junto a sus familias.
BsH que estas palabras sean
Leilui Nishmat Pola Bat Sultana, Mesod Amselem Z’’L Bar Yaacot, David Benaim
Z’’L Ben Mazaltov, Reina Belilty Z’’L Bat Simjá, Mimón Saadia Jaim Z’’L Ben
Reina, Yaakob Itzjak Z’’L Bar Simjá, Coty Z’’L Bat Hana, Elias Chocrón Z’’L Bar
Simjá, Esther Z’’L Bat Violeta, Moshé Z’’L Ben Rosa, Marcos Z’’L Ben Sara,
Itzjak Mojluf Serfaty Z’’L Bar Perla, Abraham Z’’L Ben Simbul, Mimón Bittan
Z’’L Bar Aisha, Naftalí Bittan Z’’L Bar Aisha, Isaac Amselem Z’’L Bar Yaacot,
Refael Saadia Z’’L Ben Luisa, Ana Sara Z’’L Bat Orovida, Pnina Z’’L Bat Bella, Ribi
Shemuel Bitan Z’’L Ben Ribi Moshe Z’’L, Simi Amselem Bar Yaacot, Shelomo Bar
Moshé, Aisha Benguigui Bat Sultana, Jemil Ben Zeheva y para la elevación de
todas las Neshamot de Am Israel.
BsH que sea para la Refua
Shelemá de, Sultani Bat Aisha, Moshe Ben Raizl (Admur de Kalev), Edna Bat Lora,
R. Yehudá Truzman Ben Miriam, Shlomo Ben Judith, Moshe Ben Reina, , Rajel Bat
Shoshana, Abraham Bar Miriam, Simón Pinjas Bar Reina, Lea Lilly Bat Sonia Sara,
Rosy Bat Adel, Yosef Cohen Ben Sara, Deborah Lea Bat Sara, Ribi Yosef Abraham
Bar Hanna, Abraham Bar Aisha, Esther Bat Gimol, Mirian Flora Bat Sara y todos
los enfermos de Am Israel.
Shabat
Shalóm
שַׁבָּת שָׁלוֹם
אברהם אמסלם
Si deseas agregar un nombre Leilui Nishmat o Refua
Shelema, por favor enviar nombre al número:
+52 56 2620 1939
+507 680 29787
Se agradece de todo corazón que difundan y reenviaran este escrito a todas
las personas posibles, nuestros enfermos y fallecidos necesitan de nuestro amor
y apoyo.
Muchas gracias a todos y que Hashem Bendito os Bendiga eternamente.
Para más
Toráh:
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